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Lenguado en salsa de almendras |
Hoy, día de San Valentín, preparo este platito para disfrutar con mi marido y recordar cuando éramos novios y nos íbamos a cenar juntos y nos pedíamos siempre este lenguado en salsa de almendras que recuerdo con tanto cariño.
Todo un clásico de receta entre los restaurantes de hace unos años. Esta receta ya tiene su tiempo pero no pasa de moda, el lenguado combina perfectamente con la salsa de almendras. Y en este caso, lo tradicional no tiene nada que envidiar a la modernidad de hoy en día.
Plato fácil y sencillo de preparar. Triunfo asegurado.
Como sabréis, el lenguado es un pescado blanco, de forma plana, que vive en el agua salada.
La mejor época del año para comprar lenguado es el invierno, estación del año en la que se reproducen. Es un pescado que habita en fondos de arena y lodo, dejando al descubierto sólo los ojos. De esta manera, espera a sus presas, empleando el recurso del factor sorpresa y logra aprisionar en un segundo a la especie forrajera elegida.
Si vamos a comprar lenguado fresco es mejor que nos lo limpien en la pescadería, pues para limpiar la piel del lenguado vamos a necesitar algo más que maña, y qué mejor que pedírselo al profesional pescadero.
Limpiar lenguado
Para quitar la piel del lenguado, éste consta de dos lados, uno con la piel oscura y otro con la piel blanca. Empezaremos haciendo un corte a través del ojo por medio del cual levantaremos la piel oscura. A partir de ahí empezaremos a estirar con una mano, mientras con la otra sujetamos firmemente la carne del pescado. Después haremos lo mismo en el otro lado. Desde ese mismo corte que habíamos hecho antes, empezaremos a estirar, metiendo el dedo gordo bajo la piel blanca y estirando hacia abajo hasta limpiarlo completamente. Después con un corte transversal, quitaremos la cabeza con la tripa, y a continuación la cola.
Podemos filetearlo antes de enharinarlo para dejarlo limpio de espinas o podemos empanarlo igual para quitarselas posteriormente, después de la fritura.
Ingredientes para 4 personas:
4 lenguados limpios
harina para enharinar
aceite para freír
200 ml. nata líquida para cocinar
almendras troceadas
sal y pimienta negra molida
un limón
Pasos a seguir
Sazonamos los lenguados y escurrimos sobre ellos un limón. Los enharinamos y preparamos una sartén antiadherente con aceite caliente para empezar a freírlos.
Una vez dorados los reservamos y preparamos la salsa.
Colamos el aceite de freír los lenguados y limpiamos con un papel absorbente la sartén que hayamos utilizado.
En la misma sartén pondremos dos o tres cucharadas del aceite que hemos reservado y echaremos las almendras picaditas. Las dejaremos dorar y pondremos la nata. Unos 200 ml. será suficiente. Salpimentamos y dejamos reducir, que espese un poco. Vertemos en una salsera.
Servimos el lenguado acompañado de la salsa y en este caso yo he optado por unas
patatas hasselback suecas, que me encantan con la salsa de almendras.
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